-
Día tras día me digo: intentaré salir adelante. No resulta improbable que de algún modo lo consiga. Cuando miro más lejos, sé que cualquier proyecto se encuentra condenado de antemano, pero a continuación, gracias a una decisión que me cuesta afrontar, porque sin duda es absurda, olvido ese final para no quedar inmovilizado.
- Admiraba a quienes parecían no tener que realizar el menor esfuerzo para salir adelante en sus dificultades. Hoy comprende que tanta serenidad era el producto inevitable de su limitada capacidad para observarlos mejor. Lee el resto de esta entrada »