Ataraxia o de la indiferencia ante los contratiempos

24 febrero 2011

Fakir

  1. ¿Debo aceptar la realidad que puede serme adversa, al punto de volverse incontrolable, jurando sin embargo que no existen contrariedades? Más de una vez y con tal frecuencia, que la pregunta parece estar de más. Si no lo hago pronto y exhibiendo una sonrisa, no tardaré en verme clamando en el desierto.
  2. Cuando se quita del medio el rechazo de la realidad adversa, uno queda marcado por el aura de un rencor que se resiste a desaparecer. ¿Por qué tuvo uno que acomodarse a algo que sin duda le disgustaba, que le causaba daño, cuando era más fácil resistirse, no pensando en las consecuencias? ¿Por qué forzarse a la resignación, cuando era posible suprimir esa molestia? En las alturas de la indiferencia, no pueden haber desaparecido todas las cosas que hacen que uno disfrute la vida. Lee el resto de esta entrada »