Arando en el mar

30 octubre 2016

La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia. (Sócrates)

Laberinto vegetal

Laberinto vegetal

  1. Hemos arado en el mar, se lamenta Simón Bolívar cuando el final de su vida se acerca. ¿No es acaso una hazaña haberse atrevido a fracasar?
  2. El riesgo de fallar no le quita el sueño a quien nada intenta. Solo sufre la desazón de no haberse atrevido.
  3. Durante años me vi como alguien que avanzaba a tientas, hallándole sentido a la sinrazón que iba descubriendo. Solo por esa incapacidad para orientarme puedo darme el lujo de estar aquí, en lugar de haber muerto.
  4. ¿Hay algo más estúpido para el resto del mundo, que el optimismo que puede alentar uno? A pesar de lo anterior, ¿hay algo más necesario? No es cosa de ver demasiado en perspectiva, porque eso abruma.
  5. Suelo aprender por mi cuenta; lo hice durante la mayor parte de mi vida, en ocasiones gracias a mis maestros y en otras a pesar ellos.
  6. Aprender es una decisión que sin duda no facilita demasiado mi existencia, pero me confirma en la convicción de que lo aprendido es mío, aunque lo tome prestado.
  7. Arriesgarse a investigar tiene su precio. El solo mencionarlo disuade a más de uno, impidiéndole ver la recompensa y sobre todo el disfrute del proceso, cuando nadie sabe aún si se habrá de ganar o perder.

    Jean Michel Folon: ilustración

    Jean Michel Folon: ilustración

  8. Hay quienes disfrutan la seguridad de lo que saben, por insuficiente que sea. Hay quienes se sienten estimulados por aquello que todavía ignoran, apostando a que si se empeñan, puede ser que antes o después dejará de resultarles ajeno.
  9. Perder el tiempo buscando conocimientos, no puede compararse con el proyecto de vida de aquellos que solo esperan divertirse, como si la vida fuera un empleo burocrático que deben sobrellevar, por no hallar nada mejor.
  10. ¡Explora el mundo y también los libros! No es imposible que te pierdas mil veces, ¿pero acaso hubiera sido más satisfactorio limitarte al mezquino territorio de lo que conocías?
  11. No te conformes con lo que das por aprendido. Piensa en lo que te falta por aprender. Aquello que te pertenece hoy, no es suficiente.
  12. Das por descontado tu condición de ignorante, y a continuación te dedicas a buscar la manera de salir de ese estado, a sabiendas de que nunca llegarás a conseguirlo del todo.
  13. La investigación puede ser mal vista. Probablemente se demuestre que fue una pérdida de tiempo. La confusión que se intenta disipar exige internarse en ella sin temores. Eso basta para hacer retroceder a más de uno, que preferiría emplear su vida en algo finalmente más riesgoso: no hacer nada.
  14. Si te preguntan por qué investigas, lo más probable es que no tengas una respuesta satisfactoria. Si te preguntan por qué respiras, tampoco.

    Jan Lenica: Collage

    Jan Lenica: Collage

  15. Aquellos que desconocen los placeres del sexo, no pueden sustituirlos por las descripciones que suministran quienes los han experimentado. Los placeres de la investigación resultan inconcebibles para quienes no se arriesgan a emprenderla.
  16. Los poderosos conciben a la investigación como algo sin mayor sentido para su visión pragmática del mundo. Ellos se dan por satisfechos con lo poco que aprendieron hace tiempo y estiman sobre todo lo que ya olvidaron.
  17. Al investigar, no tratas de confirmar lo que ya sabías y no requiere ser cuestionado, sino explorar aquello que a todas luces todavía ignoras, en la confianza de que tarde o temprano algo habrás de aprender algo, que mal que te pese, tal vez no confirme tus expectativas.
  18. Irresistible placer de investigar un tema que te revela poco a poco su complejidad y tus errores de cálculo, pero que también entrega sus insospechadas conexiones y promete nuevos desarrollos, a medida que insistes en la búsqueda.
  19. Al estudiar, espera que su maestro le deje espacio para encontrar su propio camino, incluso a pesar de su autoridad, en el caso de que se la reconozca.
  20. Al enseñar, espera que su estudiante descubra por sí mismo su propio camino, incluso a pesar de la opinión del maestro, cuando por cualquier motivo no puede hacerlo con su ayuda.
  21. ¡Qué bueno es conquistar alguna certeza, después de haberse esforzado por obtenerla! Dicho lo anterior, ¡qué poco dura!
  22. Según Arquímedes, basta encontrar un punto de apoyo para mover el mundo. Solo se trata de una metáfora, pero quienes acaparan el poder lo han tomado en serio y niegan cualquier intento de alcanzar ese punto imaginario.

    Saul Steinberg: Dibujo

    Saul Steinberg: Dibujo

  23. Hay quienes disfrutan la reducción de aquello que ignoraban, como un estímulo para seguir buscando. Hay quienes defienden la continuidad de la ignorancia, como si su vida dependiera de ello. El conflicto entre las dos posturas es inevitable. El resultado, imprevisible.
  24. Odiaba investigar, tal como odiaba emprender cualquier tarea que lo obligue a trabajar efectivamente, equivocándose más de una vez y rectificando el rumbo, cuando se había acostumbrado a vivir como parásito o víctima, siguiendo la dirección que otros le imponían.
  25. Llega el día que tus energías se agotan y otro en el que estés muerto. Solo entonces dejas de buscarle sentido al caos del mundo. Mientras llega ese momento, no tienes por qué dar ese final como inevitable.

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Amistades y traiciones

20 octubre 2016
Renato Guttuso: Pintura

Renato Guttuso: Pintura

En el alma se forman / abscesos de rencores / tumores de impaciencia / hernias de desamparo. (Mario Benedetti: A ras del sueño)

  1. Los amigos mejoran cuando aumenta la distancia que nos separa de ellos. Al perderse los detalles odiosos de su comportamiento, el observador bien intencionado llena los huecos de la memoria, con los mitos más convenientes para vaciar de conflictos y dudas la relación que está olvidando.
  2. Duele menos desconfiar de un amigo, que sufrir su traición. Al desconfiar, no te entregas de todo al amigo, ni al ser traicionado por él estás perdiéndolo del todo lo que apostaste al considerarlo tu amigo.
  3. No te conozco demasiado y me niego a investigar para conocerte mejor. Prefiero desconocerte, siempre y cuando la ignorancia me mantenga en mis convicciones, a reconocer que hay conflictos insalvables entre nosotros.
  4. Miras con disimulada pena a tus amigos más próximos. No es improbable que alguno de ellos esté pensando en traicionarte. La mayor prueba de afecto que puedes dispensarles, es no darles a entender lo que ya lo sabes.

    Antonio Berni: Pintura

    Antonio Berni: Pintura

  5. En el fondo no desconfías de un amigo. Solo recuerdas que toda relación de amistad es frágil y no cuesta mucho arruinarla. Por eso evitas esperar demasiado de ella, aunque sigas ejecutando los rituales que demuestran su firmeza.
  6. En medio de una crisis, uno busca amigos que lo apoyen y no cuestiona demasiado la calidad de aquellos que encuentra. Pasada la crisis, no es prudente mantener la misma falta de criterio.
  7. Rara vez los traidores demuestran ser capaces de pedir perdón, que entonces te ves obligado a conceder. Tienen tan mala opinión de sí mismos, que cualquier arrepentimiento se les vuelve carente de crédito. Ellos se han condenado sin atenuantes.
  8. Cuando te enfrento, sé que habrás de respetarme, siempre y cuando te convenga. Esperar lealtad de un adversario, solo porque uno es leal, no pasa de ser la manera más inepta de suicidarse.
  9. Cuando me enfrentas, no debes saber lo que pienso de ti, porque de destapar mi juego solo puedo perderlo.
  10. De algo (nunca demasiado) sirven los buenos modales. Tú y yo no nos agredimos innecesariamente, para evitar que cuando resulte imprescindible hacerlo, ninguna consideración se interponga entre nosotros.
  11. A lo largo de la vida, uno ve tal cúmulo de traiciones de aquellos en quienes más confiaba, que termina por adquirir un callo que se confunde con la resignación.

    Otto Dix: Pintura

    Otto Dix: Pintura

  12. Espantarse ante las traiciones que no sorprenden a nadie, jurar lealtades que nadie en su sano juicio se cree con derecho a exigir. Si no hubiera contrasentidos como estos, la vida resultaría horrible.
  13. Celebremos la lealtad tal como se merece, las pocas veces que se manifiesta. En cuanto a la traición, eso tiende a presentarse como lo inevitable, por lo que más prudente es no mencionarla.
  14. Los capitanes de las derrotas no se conforman con menos que la victoria final. En el camino están dispuestos a sacrificar a todos los que crean necesarios, con tal de salvar su propio pellejo.
  15. Si uno quiere disfrutar la compañía de amigos, debe aceptar la posibilidad de que tarde o temprano alguno de ellos lo traicione. Después de todo, ¿esperan los amigos algo mejor de uno? Si eso ocurriera, se anunciaría como la buena noticia del siglo.
  16. Si te vas a enlodar con una traición, no te abandones después al arrepentimiento. El daño que has hecho, hecho está. Quizás otros justifiquen u olviden tus actos. En tu memoria, nada conseguirá borrarlo.
  17. Cuando traicionas, te enlodas. No quedan otras alternativas. ¿Quién puede emular a Saulo de Tarso, que convirtió su traición en epifanía?
  18. Cuando se sabe traicionado, no deja de sentirse satisfecho, porque las circunstancias lo han obligado a aceptar que el mundo es tan repugnante como siempre le había parecido, solo que antes hubiera sido prematuro declararlo.

    Raquel Forner

    Raquel Forner

  19. Solo un traidor satisface el ideal de interlocutor para un corrupto.  Cuando alguien se hace merecedor de confianza en ciertos ámbitos del poder, debe demostrar primero su destreza para la traición. Solo entonces le abren todas las puertas.
  20. Para bailar, hay que ser flexible. Para ascender en el disfrute del Poder, se requieren destrezas se requiere traicionar sin molestarse en mirar atrás, ni pensar en los juicios adversos.
  21. Los traidores suelen ser mal vistos en casi todos los ámbitos, a pesar de que en el mercado existe una sostenida demanda de sus servicios. Quizás no sean apreciados, porque la oferta suele ser excesiva.
  22. El placer de enlodar el buen nombre de otros, suele presentarse como un instante de debilidad de aquel que lo disfruta, en lugar de revelarse como un crimen atenuado por la prudencia.
  23. Una traición oportuna, se dicen los pragmáticos, ahorra más de un suicidio por lealtades mal entendidas.
  24. Quien no aprende a traicionar alegremente a todos aquellos que se le interpongan en el camino, se condena a una vida solitaria, por volverse conocido como un imbécil con principios.
  25. Cuando se continúa desprecia tanto a Judas Iscariote, debe ser porque no atinó a negociar una recompensa acorde con la magnitud de su traición.
  26. Vender barato a un amigo es inaceptable. Después de todo, no hay tantos amigos que permitan beneficiarse, al repetir el mismo trato.
  27. Cuando alguien no puede menos que identificarse como traidor, prefiere no estar solo y se dedica a difundir la buena nueva entre sus conocidos: traicionar es tan plausible, como rentable, necesario y urgente. No es cosa de llegar tarde a la fila de quienes desean probar que ellos también comparten esa mancha, que al ser de todos deja de avergonzar.

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