Escrito en los márgenes

W. Goethe

W. Goethe

MEFISTÓFELES: Parte soy de esa fuerza que pretende / siempre lo malo y siempre hace lo bueno / (…) ¡El espíritu soy que siempre niega! / Y con razón, puesto que todo lo que nace / merece morir. / (…) Aunque el hombre, mundillo de locura, / suele tenerse por un todo entero, / soy parte de esa parte que fue todo / al principio, una parte de la oscuridad / que a la luz parió, a la luz soberbia / que disputa a la Noche materna el espacio / y el rango, sin lograrlo, aunque se esfuerce. (Wolfgang Goethe: Fausto)

  1. EPIFANÍAS: un estado de asombro tan infrecuente como la palabra que utilizo para nombrarlo. Cuando se prolonga demasiado, termina por dar impresión de una simplicidad boba. Prefiero estar despierto y evaluar las oportunidades que la realidad plantea.
  2. PÁNICO: un estado de anonadamiento consentido, durante el cual te niegas a intentar siquiera el mínimo control de tus circunstancias. ¿Qué esperas? ¿Qué alguien te sustituya?
  3. Mi madre no estaba en condiciones de alimentarme tal como ella hubiera querido. Por eso me entregó a quienes podían hacerlo mejor, y luego confió en mi deseo de alimentarme donde fuera posible, sin esperar que me lo dieran todo servido. Eso que aprendí, quiero enseñarlo, porque no hay otra manera de salir adelante.
    Anotaciones de Isaac Newton

    Anotaciones de Isaac Newton

  4. Es muy poco lo que sé y de nada estoy demasiado seguro. Por eso estimo, sobre todo, la voluntad de aprender.
  5. Perder la última oportunidad, es más fácil que perder la penúltima, y ésta la primera vez. Donde ya no quedan expectativas, ¿qué importa perderlas?
  6. Si todos los conflictos fueran de vida o muerte, no costaría demasiado resolverlos. Pero las cosas se complican más de lo imaginable, cuando se trata de los detalles prescindibles.
  7. Casi todo se lo debo a quienes me nutrieron sin saber que alguien tan inadecuado como yo iba a utilizar su aporte. No consigo verlo como una deuda personal, sino como un modelo de vida, que a mi manera trato de pagar cuando enseño.
  8. Si tengo algo que decir, no habré de esperar la situación más propicia para intentarlo. Tampoco debo impacientarme, porque puede llevarme más tiempo del que calculaba.
    Anotaciones en manuscrito medieval

    Anotaciones en manuscrito medieval

  9. No hay demasiado espacio en el margen de un texto que ya existe, pero la otra opción es resignarse al silencio. Por eso, no desperdiciamos nada.
  10. Puedo estar al margen de un texto más respetado que el mío, donde otro escribió lo suyo, sin sospechar mi existencia, pero de todos modos puedes leerme. ¿Qué otra cosa importa?
  11. ¡Qué libertad inesperada, la de escribir al margen! Ahora debo justificar cada palabra que anote.
  12. No dispongo de mucho espacio para extender mi texto y lo más probable es que tampoco tenga mucho que comunicar. Gracias a limitaciones como esas, nace mi decisión de escribir.
  13. No me quejo. Al menos quedaba un margen disponible que estoy utilizando ahora.
  14. En el margen de la obra de Dios, anota su texto el Diablo.
  15. De acuerdo a mi modesto entender, Dios escribe casi siempre torcido, si es que no yo soy quien le atribuye el espejismo de una escritura que proviene del Azar.
  16. Sentirse parte de una parte del Todo, como planteaba Goethe, es reconocer los sucesivos alejamientos de una plenitud que no volverá a recuperarse. Vana es la memoria, porque el camino ya no puede ser desandado.
  17. Si a pesar de lo que creíamos amanece, del resto debe encargarse uno.
  18. No intenta ser humilde. Con frecuencia no puede evitar el reconocimiento de su estupidez, confiando en la posibilidad de haberla superado, aunque más no sea por un rato.
  19. Soy la suma de opciones equivocadas que recuerdo y no me alegra recordar, pero que pude no haber superado. Detenerse a pensar demasiado en este balance no es prudente.
  20. Soy la decisión de vivir (también la de morir) que se me impone desde no sé qué momentos de una historia que me define y rara vez controlo.
  21. Soy eso que me fue posible ser, como resultado de negociaciones que no siempre estoy dispuesto a reconocer. Sobre todo, soy el perdón que he concedido a mis errores, para no quedar varado en ellos.
  22. He sobrevivido a las evidencias desalentadoras de mi torpeza, pero incluso después de una experiencia tan traumática, no me encuentro indemne al aprendizaje.
  23. Debo dar gracias a todos los que me permitieron llegar adonde estoy. Sin alguno de ellos hubiera llegado bastante más lejos. A pesar de su decidida oposición, estoy aquí, dándome el gusto de agradecérselo.
  24. Por desalentadora que sea la realidad, acéptala. No sea que después la recuerdes y te consideres incapaz de afrontarla.
    A.Tennyson

    A.Tennyson

  25. Hasta por descuido, sin quererlo, sin saberlo, cegado por mis convicciones más obtusas, ignorando lo que realmente hacía, huyendo de lo que en realidad buscaba, llegué a ser quien soy. Por eso no sé si vanagloriarme o pedir disculpas por la humilde hazaña.

Yo soy una parte de todo aquello que he encontrado en mi camino. (Alfred Tennyson: Ulises)

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